1. La persona: ¿Quién eres?
El marketing personal se trabaja desde los cimientos de un ser humano, por tanto es totalmente necesario que la persona se autoanalice y además analice el entorno en el que se va a desarrollar. Es importante que seas sincero contigo mismo, de lo contrario además de mentirte, estarás construyendo un plan basado en la falsedad.
En esta fase de análisis te recomiendo que realices un DAFO personal. Básicamente tienes que responder a 4 de preguntas: ¿Cuáles son tus puntos fuertes?, ¿Cuáles son tus puntos débiles?, ¿Qué oportunidades presenta tu mercado? Y ¿Qué amenazas presenta tu mercado? Si quieres ampliar información, puedes acceder a mi artículo: La matriz de análisis DAFO (FODA), en él se detalla cómo utilizar esta herramienta.
2. Define tus objetivos: ¿Qué quieres conseguir?
Es necesario saber a dónde queremos ir, para posteriormente escoger el camino adecuado.
Si tienes claro hacia dónde te diriges, ante imprevistos o adversidades, podrás tomar más fácilmente una decisión. Te recomiendo igual que haría si se tratara de una empresa, que antes de formular tus objetivos, definas tu misión, visión y valores personales. Después de realizar este ejercicio te resultará más fácil definir tus objetivos. A continuación os dejo un enlace de como definir Misión, Visión y Valores en las empresas, pero no tendréis ningún problema en adaptarlo a personas.
Mi consejo a la hora de establecer tus objetivos en el plan de marketing personal, es que los plantees a largo, medio y corto plazo. Márcate objetivos a largo plazo, y acto seguido fíjate metas a corto y medio plazo que te ayuden a estar cada vez más cerca de tus objetivos.
Cuando definas tus objetivos, recuerda que tienen que ser retadores, pero no inalcanzables. Tus objetivos tienen que motivarte, puesto que ante un objetivo retador tiendes a esforzarte, pero ante un objetivo inalcanzable terminas siempre fracasando. La clave está en que se convierta en un reto, eso sí siempre: Think Big.
3. Selecciona tu público objetivo: ¿A quién te diriges?
Ya tenemos claro quienes somos y que queremos, por lo tanto tenemos una base solida sobre la que seguir trabajando nuestro marketing personal. Pero, ¿Te diriges a todo el mundo? Es muy importante seleccionar adecuadamente a la audiencia que quieres que reciba tu mensaje, te ayudará a optimizar tus recursos y a conseguir antes tus objetivos. Puedes dirigirte a diferentes tipos de públicos, todo dependerá de ti y de tus objetivos: empresas, profesionales, departamentos de RRHH, sectores concretos, etc.
Analízalos y conócelos en profundidad. Ellos son a quienes te diriges, conocer perfectamente sus necesidades te ayudará a crear y aportar valor de una forma diferencial.
4. Tú valor de marca: ¿Qué aportas?
Ya no es suficiente con saber hacer algo, tienes que destacar, diferenciarte y dar confianza. Destaca tus cualidades y características que te hacen una persona valiosa. No elijas solamente una, ningún ser humano esta formado por una sola cualidad. Cuando destaques tus cualidades, busca y combina aquellas que te hagan único, aquellas que te diferencien y en las que aportes más valor que el resto de tus competidores; y obviamente ofrece aquellas que demande tu público objetivo.
Si no encuentras tu formula, no te frustres. Sigue pensando, tómate tu tiempo para reflexionar. Siempre hay algo en lo que eres bueno. Ya sólo queda elaborar tu mensaje a comunicar, puedes basarlo en tus conocimientos, experiencia, talento, habilidades, etc. Cómo veis el marketing personal no trata de saber venderse, si no de vender lo que sabes hacer.
5. Crea tu Imagen de marca: ¿Cómo quieres que te vean?
Bien, ya sabemos cuál es nuestro valor de marca y ahora hemos de comenzar a construir nuestra imagen en base al resultado obtenido en la fase anterior. Todo comunica, desde nuestra forma de expresarnos, tu peinado, la forma de vestir, pero también nuestra imagen digital: página web, fotos, perfiles de redes sociales, etc. Tu principal objetivo es comunicar a tu audiencia: quién eres, qué haces y qué valor aportas.
Existen diferentes elementos en el diseño de tu imagen que van a transmitir el posicionamiento de marca que queremos obtener. Si estos elementos no son coherentes con tu estrategia de marketing personal y no transmiten lo que ofrecemos, ¿Cómo van a elegirnos?
Los principales a trabajar son:
-Logotipo
-Posicionamiento de marca
-Aspecto físico
-Forma de vestir
-Tarjetas, dossiers, presentaciones, etc.
-Curriculum, carta de presentación…
6. Comunica: ¿Cómo te vas a dar a conocer?
El peor error que se puede cometer en el marketing personal, es saltarse todas las etapas anteriores y pasar directamente a esta. Estarás concentrando todos tus esfuerzos en comunicar una propuesta no efectiva.
Ya sabemos quién somos y qué nos hace valiosos. Ahora sí, es el momento de llegar a tu público objetivo, a tu audiencia, de trabajar la comunicación. Para ello vamos a utilizar diferentes herramientas para alcanzar una mayor notoriedad. Existen diferentes medios para divulgar tu mensaje, por tanto deberemos escoger aquellos que se adapten mejor a nuestra estrategia de marketing.
Algunos ejemplos:
– Networking, eventos, reuniones, presentaciones.
– Redes sociales, email marketing, página web, blogs.
– Notas de prensa, artículos, newsletters.
– Publicidad en medios, directorios de empresas, responsabilidad social corporativa.
Por último me gustaría ofrecer algunos consejos para que trabajes correctamente tu marketing personal:
– Deja de lado tus miedos. Si tienes claro cuáles son tus objetivos, lo que quieres conseguir y has trazado el plan correcto para conseguirlo, no permitas que tus miedos no te dejen llevarlo a cabo, o te pongan limitaciones.
– El marketing no se trata sólo de comunicación, tienes que ofrecer una propuesta de valor relevante para tu público. No sirve solamente con ser conocido, además tienes que ser eficaz y mejor que el resto de competidores.
– Diferénciate, no seas igual que el resto. Si eres una propuesta más entre todas las opciones ¿Por qué deberían elegirte?
– Es bueno que otras personas hablen de ti, pero es mejor que sea el resultado de tu trabajo quien lo haga.
– Tienes que conseguir que confíen en ti, tal y como ocurre en el marketing de productos, se trata que seas la opción elegida.
– Todo en el marketing personal tiene que ser coherente: tu propuesta de valor, tu imagen, tu comunicación, tu marca. Si eres constante y coherente sin duda generaras confianza en tu público objetivo.