Cinco consejos para empezar
Las palabras tienen un poder oculto. Por ello no es de extrañar que elegir el nombre de una marca pueda catapultar hacia el éxito o hacia el fracaso a una compañía.
Un buen nombre de marca es adecuado por mucho tiempo que pase desde su creación. Y debe tener sentido aunque la empresa se expanda hasta el infinito. Puede ser útil utilizar alguna línea descriptiva que pueda ser eliminada con libertad tener que abandonar el nombre.
Hay muchos más factores relevantes para garantizar el buen funcionamiento de las marcas, un buen nombre no deja de ser un buen comienzo.
“Actúa de primera mano para la marca. Es un dispositivo de rellamada y reconocimiento, comunica atributos deseables o beneficios específicos y, a través del tiempo y del uso consistente, se convierte en un activo valioso y en una propiedad intelectual“.
Aunque se trata de una decisión muy subjetiva (y, por lo tanto, arriesgada), la experta Denise Yohn ofrece en LinkedIn cinco útiles consejos para encontrar ese nombre que va como anillo al dedo con su marca.
1 Posición
Una buena denominación ayuda a la marca a posicionarse. Pero es importante que evoque algo, un entendimiento de los valores de la marca, sin expresarlo directamente. Además, puede comunicar la personalidad de la marca.
2 Sencillez
Un buen nombre tiene que ser fácil de pronunciar, entender y deletrear. Deben transmitir confianza, no crear confusión o incertidumbre. Esto es cierto ahora más que nunca. Los consumidores no van a gastar ese dinero que tanto les ha costado obtener en productos o servicios que ni siquiera entienden cómo se llaman.
3 Atractivo
Un buen nombre de marca debería ser relevante y atractivo para el target al que se dirige. Es decir, primero habrá que ver a qué tipo de persona se dirige la marca y, una vez decidido esto, seleccionar el nombre de forma adecuada. Hay algunos que serán bien recibidos por solteros, pero no por familias, o viceversa. Intentar satisfacer a todo el mundo tendrá como resultado una denominación poco memorable y demasiado genérica.
4 Diferenciación
Diferenciarse de los competidores es esencial. Utilizar una denominación demasiado común o un nombre que suene de forma muy similar al de otras compañías puede influir en las decisiones de compra de los consumidores.
5 Adaptabilidad
Si es bueno, trabajará de forma efectiva en diferentes aplicaciones. Hay que ver cómo funcionan los nombres en voz alta, en texto, en logos o en otros elementos visuales. También es importante comprobar cómo se traduce en los diferentes canales mediáticos y en los distintos lenguajes en los que la marca va a trabajar.
Pero no hay que olvidar las consideraciones prácticas. La denominación escogida debería estar disponible para su registro de marca y como URL. Además, se deben evitar asociaciones o connotaciones negativas. Las modas o tendencias tampoco son aconsejables, puesto que reducirán la vida útil del nombre.